lunes, septiembre 25, 2006

Marionettes



A veces me siento como una simple marioneta, atado por finos hilos a los caprichos de una mano llamada destino... y es una sensación horrible, el sentirse atado, ver como esos hilos te roban la libertad... y quisiera poder romperlos, poder tirar con toda mi voluntad hasta que cedan y se corten... pero no puedo, y me quedo así, atado, con sabor a impotencia en mi boca, ligado a un cruento juego dirigido por la ironía de la casualidad y la soberbia de la rutina; juego en el cual no cumplo mayor rol que el de un mísero juguete.

Y a veces siento que el destino se ensaña conmigo, que me muestra espejismos, pequeños atisbos de felicidad como oasis en un desierto... y yo creo en esos espejismos, los veo reales, y lucho por alcanzarlos... pero a medida que me acerco se empiezan a esfumar... y me doy cuenta que simplemente es el destino jugando conmigo una vez más, moviendo los hilos impunemente y disfrutando con mis desilusiones; un juego sádico por cierto, pero juego al fin.

Pero hay veces que el destino se olvida de mi... a veces siento que ya no juega conmigo, que no pasa nada... y no hay desilusiones, pero tampoco está la esperanza que me dan los espejismos; no sé si el destino estará descansando, si estará jugando con otra marioneta o si simplemente se aburrió de mi... no sé que será, pero conmigo no juega; y es mucho más desesperante que cuando juega, la sensación de sentirse olvidado, de estar colgando de hilos estáticos, sin perseguir algún sueño, sin alguna ilusión a la cual aferrarse... es algo realmente angustiante. Y nuevamente me invaden las ganas de cortar esos hilos, de soltarme y terminar con el juego... pero me da miedo... y si el destino tenía planeado hacerme jugar junto a otra marioneta?... si esta vez el destino había decidido regalarme un espejismo que termine siendo real?... y si justamente me dejó un momento quieto porque fue a buscar la otra marioneta?.

Creo que el concepto de marioneta puede resultar muy absolutista, porque si bien siempre estamos atados, somos capaces de tomar decisiones... y uno toma decisiones, elige; pero siempre dentro de las posibilidades que el juego nos permite. Vamos a casos extremos: yo quisiera elegir ganarme la lotería, pero lo que el destino me permite, es elegir jugar a la lotería, comprarme un billete... ganarla o no, es decisión del titiritero; o también, yo quisiera estar junto al amor de mi vida, estar junto a esa persona que me complemente... pero, conocerla o no, no es algo que yo pueda decidir... nuevamente, es decisión del titiritero, es decisión de esa mano que mueve nuestros hilos ponernos en un mismo lugar y en el mismo momento para que nos conozcamos.

La posibilidad de cortar los hilos está presente en todo momento, uno puede decidir terminar con el juego... el problema es que, no hay vuelta atrás... me pregunto si hay personas que sean capaces de cortar hilos, pero sin caer interfectos... que sean capaces de cortar no solamente sus hilos, sino también los nuestros. Me pregunto si en algún lugar hay personas que sean capaces de liberarnos, como si fueran pequeños paladines de las tijeras, o algo así... una especie de Morfeo que te ofrezca soltarte del destino. Creo que no... creo que, lo que sí hay, son personas capaces de hacer ese juego más llevadero; hacer de esos movimientos que el destino nos obliga a realizar algo soportable, sin importar su brusquedad. Incluso creo que, ahí fuera, en algún lugar, hay alguien capaz de lograr que llegue a divertirme en este juego, que llegue a disfrutar el hecho de ser una marioneta... pero que conozca a esa otra marioneta o no, es decisión del titiritero.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

aunque no quieras admitirlo y seas un cerrado estas sintiendo a dios, algun dia vas a abrir los ojos y vas a ver la realidad

Tenshi dijo...

Mi intención al escribir esto dista mucho de referirme a un Dios que mueve hilos. Lo que pensaba cuando lo escribí, lo que quise transmitir, es que en cierta forma todos estamos atados, a veces a la casualidad, y a veces a las decisiones de los demás.

No quiero iniciar una discusión teológica, y menos con vos, que ya las he tenido y ambos conocemos el punto de vista del otro.

Anónimo dijo...

Creo que todos somos "títeres" y a su vez "titiriteros".

Desde un punto de vista estrictamente religioso, podría decirse que el titiritero es Dios. Pero, para acercarme un poco más a la idea de Tenshi, yo diría que somos títeres porque podemos decidir una parte. La otra parte la decide el titiritero, que a su vez es un títere en otra situación. Todos tenemos poder y a su vez dependemos del poder de otra persona. Incluso, la dependencia puede ser mutua.

Por eso creo que no hay un solo titiritero, si no que es una "profesión" de cada uno de los títeres que tiene este mundo.

Ser títere y titiritero son circunstancias de la vida, uno no es sólo títere o sólo titiritero para siempre. Si todos fuésemos títeres no moveríamos un dedo; y si todos fuésemos titiriteros, tampoco moveríamos un dedo, porque lo único que sabemos hacer es manejar títeres.

Yo soy un títere en mi trabajo, pero también titiritero. Y si uno siendo títere puede tomar algunas decisiones, entonces ya está siendo titiritero de su propia vida, aunque sea sólo por unos segundos...

Anónimo dijo...

HOLA, ME LLEGO MUCHISIMO LO QUE ESCRIBISTE, YO TAMBIEN TENGO ESA MISMA SENSACION Y TAMBIEN ESPERO QUE EL DESTINO SE APIADE Y ME MUESTRE UN ESPEJISMO O LO QUE SEA QUE TENGA LUZ!!! GRACIAS PORQUE DE ALGUNA MANERA SIENTO EXACTAMENTE LO MISMO.......
muchos besitos

Tenshi dijo...

Goodness, es verdad lo que decís, y es en parte lo que expresé, que todos estamos un poco atados a las decisiones de los demás... pero, también a algo que llamamos o destino (o casualidad, para no parecer un astrólogo). Por cierto, una pregunta que me surge: quién es el titiritero del "Destino"?... somos todos?


Sol, espero que el futuro tenga reservado para vos algo más que un espejismo, besos y a seguir remando


Gracias por sus comentarios.

Goodness dijo...

Con respecto a quién es el titiritero del Destino -y luego de varios años de elaborar una respuesta- te diría casi con una certeza absoluta que "Sí, somos todos", ya que nuestras actuaciones estelares como Títere o Titiritero, generan a cada nanosegundo el llamado "DESTINO".

Saludos!