lunes, agosto 08, 2011

iCelestina


Hola, bienvenido a iCelestina, le ayudaremos a encontrar el amor de su vida
Hola
Por favor, tome asiento Señor. ¿Cómo se describiría a Ud. mismo? Cuéntenos sobre su vida y sobre lo que tiene para ofrecer.
Bueno, soy un hombre pobre vio… pero las carencias materiales las compenso con cariño; tengo una casita humilde, pero un corazón grande; a la mujer que venga le faltarán algunas comodidades pero trataré de compensarlo con caricias y besos, escuchándola y conteniéndola cuando sea necesario, estando pendiente de ella en todo momento, siendo compañero, fiel y honesto… mire, para que se de una idea, le digo que si alguna vez el diablo me ofrece trato, sería capaz de aceptarlo y condenarme a una eternidad de sufrimiento a cambio de una simple sonrisa de ella.
Muy bien, ¿y qué tipo de persona busca? Cuéntenos que expectativas tiene de la mujer que quisiera encontrar.
Que tenga plata
¿Plata?
Sí, plata, dinero, que tenga dinero.


Si pensaste "que tipo hipócrita", te invito a que lo medites un poco más =)


viernes, agosto 05, 2011

TEG #02

Continuación de TEG #01, si no leíste el primero, leelo antes de seguir con este (o no leas ninguno).



Resignado paso el turno. El Temor y la Desidia pasan sus turnos sin realizar movimientos. Me toca agregar tres ejércitos; el primero recibe la misión de atrincherarse en tu boca sumándose a las líneas defensivas que la protegen, otro tiene como destino tu ombligo, donde quedo con cuatro ejércitos, el último se suma al que estaba en tu muslo izquierdo. Paso el turno; el Temor agrega sus tres ejércitos en tu rodilla izquierda, quedando con cinco. Me ataca desde ahí en tu pie izquierdo. 5-2-2. Tengo un sólo ejército para defender tu pie izquierdo, el panorama no es muy alentador. 3. Pierdo tu pie izquierdo, el Temor pasa un ejército, quedando con cuatro en tu rodilla izquierda. Vuelve a tomar la ofensiva, esta vez hacia tu muslo izquierdo. 4-2-1. Arrojo mis dos dados, 6-4. Sonrío. El Temor queda con dos ejércitos en tu rodilla izquierda, toma una tarjeta, pasa el turno. La Desidia agrega un ejército en tu seno derecho, muslo derecho y tu rosa; no ataca ni reagrupa, pasa el turno.

Me toca nuevamente, estoy indeciso, ¿Debería seguir fortaleciendo las defensas o atacar? Intentar tomar tu pierna izquierda suena tentador, acabo de perder territorio allí… pero temo que quedaría muy desprotegido. ¿Tal vez atacar a la Desidia en tu pubis? Incursionar en su conquista se augura excitante; la tentación es grande, sería una aventura apasionada y mi cuerpo me incita a ella en un deseo carnal. Pero no es el momento, empiezo a vislumbrar una estrategia, y aún no es el momento. Sé que en este juego el azar ha sido subyugado, sé que la única forma de conseguir la victoria es logrando que vos así lo desees. Me decido; no debo proyectar mis movimientos en base a mis deseos, sino a los tuyos. Agrego tres ejércitos a los dos que me quedaban en tu muslo izquierdo y ataco al Temor en tu rodilla izquierda. 6-3-2. El Temor se defiende, 5-3. Perdemos un ejército cada uno, ataco nuevamente, 4-2-1. El Temor se defiende, 2. Conquisto tu rodilla izquierda, paso dos ejércitos, tomo una tarjeta, me toca tu seno derecho.


miércoles, agosto 03, 2011

TEG #01


Me tocan tus labios, ombligo, pie y muslo izquierdo; al Temor le tocan tus rodillas, seno izquierdo y pie derecho; y a la Desidia le toca tu seno derecho, la rosa que tienes tatuada en el vientre, tu pubis y muslo derecho.

Agrego cuatro ejércitos en tu ombligo y dos en tus labios; el Temor agrega tres ejércitos en tu seno izquierdo, uno en tu rodilla izquierda y dos en tu rodilla derecha; la Desidia agrega dos ejércitos en tu seno derecho, uno en la rosa, dos en tu pubis y otro en tu muslo derecho.

Desde tu ombligo ataco tu seno izquierdo, es mi primer objetivo, pues sé que debajo de él se encuentra tu corazón. Mis dados vuelan en busca del destino desafiando al azar con convicción; los veo rebotar por la mesa ilusionado, todavía siguen rodando pero ya me siento ganador, imaginar lo fácil que será todo una vez que entre en tu corazón me llena de esperaza, te convertirás en mi cómplice porque me desearás conquistador. 6-4-3

El Temor arroja sus dados y los veo caer en cámara lenta, me sé ganador, rebotan y ascienden alborotados para luego volver a caer inexorables a la mesa, me sé ganador, seré el revolucionario que termine con la cruel dictadura que te impide abrirte y entregarte a un nuevo amor, los dados chocan con la mesa, rebotan nuevamente pero esta vez con menos energía, me sé ganador, ascienden poco, parecen cansados, vuelven a caer y ya no se percibe ascenso, ruedan y giran torpemente en busca del reposo como si ya aceptaran resignados la derrota. 6-3-3

Quedo con tres ejércitos en tu ombligo, el temor queda con tres en tu seno izquierdo. Dudo, pienso, no quiero creerlo… ¿Qué pasó? ¿En qué fallé? Quiero saberlo, quiero saber el por qué, ¿Fue acaso un error estratégico? Haber atacado desde tu ombligo una posición más elevada… tu seno… atacando desde el ombligo es intentar tomar una colina… ¿Fue eso? ¿Fue la desventaja del terreno? Que alguien me conteste, que alguien me explique, que alguien me ayude. ¿Tendrá algo que ver el terreno de combate? ¿Cómo se supone que debería planificarlo? ¿Y ahora qué hago? Me quedan tres ejércitos, si ataco, sería con dos dados… y el Temor defiende con tres, no, me arriesgaría demasiado. Atacar desde tu boca presenta el mismo panorama, con la complicación de que si pierdo, quedo vulnerable ahí… no, menos, perder tu boca, impensable, tus labios, no podría seguir sin ellos… no sé como seguir, no sé que estrategia usar, no sé si debo reagrupar mis tropas, no lo sé… no sé si podré ganar, pero sé que si pierdo tu boca, tus labios, tu lengua, tu aliento, tus besos y tus palabras, no hay más nada... nada, la desolación, el fin del juego.