miércoles, agosto 03, 2011

TEG #01


Me tocan tus labios, ombligo, pie y muslo izquierdo; al Temor le tocan tus rodillas, seno izquierdo y pie derecho; y a la Desidia le toca tu seno derecho, la rosa que tienes tatuada en el vientre, tu pubis y muslo derecho.

Agrego cuatro ejércitos en tu ombligo y dos en tus labios; el Temor agrega tres ejércitos en tu seno izquierdo, uno en tu rodilla izquierda y dos en tu rodilla derecha; la Desidia agrega dos ejércitos en tu seno derecho, uno en la rosa, dos en tu pubis y otro en tu muslo derecho.

Desde tu ombligo ataco tu seno izquierdo, es mi primer objetivo, pues sé que debajo de él se encuentra tu corazón. Mis dados vuelan en busca del destino desafiando al azar con convicción; los veo rebotar por la mesa ilusionado, todavía siguen rodando pero ya me siento ganador, imaginar lo fácil que será todo una vez que entre en tu corazón me llena de esperaza, te convertirás en mi cómplice porque me desearás conquistador. 6-4-3

El Temor arroja sus dados y los veo caer en cámara lenta, me sé ganador, rebotan y ascienden alborotados para luego volver a caer inexorables a la mesa, me sé ganador, seré el revolucionario que termine con la cruel dictadura que te impide abrirte y entregarte a un nuevo amor, los dados chocan con la mesa, rebotan nuevamente pero esta vez con menos energía, me sé ganador, ascienden poco, parecen cansados, vuelven a caer y ya no se percibe ascenso, ruedan y giran torpemente en busca del reposo como si ya aceptaran resignados la derrota. 6-3-3

Quedo con tres ejércitos en tu ombligo, el temor queda con tres en tu seno izquierdo. Dudo, pienso, no quiero creerlo… ¿Qué pasó? ¿En qué fallé? Quiero saberlo, quiero saber el por qué, ¿Fue acaso un error estratégico? Haber atacado desde tu ombligo una posición más elevada… tu seno… atacando desde el ombligo es intentar tomar una colina… ¿Fue eso? ¿Fue la desventaja del terreno? Que alguien me conteste, que alguien me explique, que alguien me ayude. ¿Tendrá algo que ver el terreno de combate? ¿Cómo se supone que debería planificarlo? ¿Y ahora qué hago? Me quedan tres ejércitos, si ataco, sería con dos dados… y el Temor defiende con tres, no, me arriesgaría demasiado. Atacar desde tu boca presenta el mismo panorama, con la complicación de que si pierdo, quedo vulnerable ahí… no, menos, perder tu boca, impensable, tus labios, no podría seguir sin ellos… no sé como seguir, no sé que estrategia usar, no sé si debo reagrupar mis tropas, no lo sé… no sé si podré ganar, pero sé que si pierdo tu boca, tus labios, tu lengua, tu aliento, tus besos y tus palabras, no hay más nada... nada, la desolación, el fin del juego.


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