domingo, octubre 22, 2006

Edén


Verlo dormir en esa cama semivacía le producía una mezcla de injusticia e impotencia, algo similar a lo que sentiría una niña que vive en la miseria si la llevan a una excursión por el Vaticano. No lograba encontrarle sentido, su felicidad estaba ahí y se la habían quitado... por un lado estaba maravillada con lo nuevo, pero quería volver a lo viejo, a lo real, quería volver a esa casa, a esa cama, a ese él... ahora se sentía sola, más sola que nunca, rodeada por los que en un momento la habían abandonado, y ahora era ella quien había abandonado a los que la rodeaban. Había confirmado muchas cosas, ya no tenía dudas, pero de que servía la supuesta tranquilidad que le daba ese conocimiento si no podía tranquilizarlo a él; quería susurrarle al oído que todo estaría bien, que algún día volverían a estar juntos; pero no sólo sabía que no la oiría, sino que además estaba empezando a dudar de aquella verdad... debería sentirse completa, realizada, pero se sentía vacía; debería sentirse feliz, pero su saliva tenía un gusto amargo.

Él se movió, pasó de estar boca arriba a estar de costado, e hizo unos ruidos con su boca. Ella continuó observándolo durante un rato... y esa pose, así de costado, le trajo envuelto en nostalgia el recuerdo de dormir cucharita... saber que no volvería a sentir sus brazos rodeándola, su respiración en la nuca, su pecho en la espalda, su virilidad en la cola... saber que no lo sentiría nuevamente a él, la llenó de angustia; desolada tragó saliva y ahora la amargura invadió todo su cuerpo... una lágrima le trazó un surco de húmeda tristeza por la mejilla; y dimitida, decidió abandonar aquella habitación, atravesar aquel techo y adentrarse en el cielo; verlo y no poder tenerlo era una tortura, así que decidió irse y no volver a visitarlo; decidió irse a continuar su condena en el Edén, completamente resignada, como el perfume de la mujer que trabaja en una pescadería.

Agitada, abrió sus ojos, su cuerpo estaba tieso, contracturado... sentía a flor de piel el aroma a pesadilla, se sentía asustada, angustiada... recordaba haber soñado con el cielo, con el paraíso que prometen las religiones a cambio de limosnas... pero distaba mucho de haber sido un sueño placentero... giró su cabeza buscándolo, y ahí estaba, durmiendo a su lado... entonces se dio cuenta que aún estaba en esa cama, junto a él... y esto le trajo un leve sosiego; lo observó unos instantes más y se acurrucó en su pecho, buscando refugio de aquella pesadilla donde los habían separado... él, entre sueños, la acarició suavemente, trayendo alivio en la yema de sus dedos... entonces ella sonrió, y cerró sus ojos... con la tranquilidad de estar juntos, con la certeza de que no existe lugar más celestial en el mundo, que la cama donde esté él... y que en cualquier cielo, en cualquier paraíso, si no está él, inevitablemente se respirará el dejo del azufre en el aire.


6 comentarios:

Goodness dijo...

Creo que ha quedado bien reflejado el temor que todos tenemos a perder un ser amado. Incluso si es uno mismo al que la vida decide alejar de nuestros seres amados.

Es un relato sumamente emotivo y quien no se sienta reflejado en él, simplemente, se debe a que no tiene seres amados.

En mi opinión, obviamente.

Saludos Tenshi. Me conmovió este relato.

Anónimo dijo...

Wolitas!!!!

Arghhhh..que bonito..el relato, me encanto ^^

Bueno...todos los que e leido, tan buenisimos...:)

Ermm...bueno, eso te pasa por postear por ahi...en foritos...tu Blog xDDD

Me gusta, tu Blog..ta way...muy bonito,y los relatos ya ni te digo..y las fotis, muy acordes..juajaja

bueno...pos na sigue asi Besos...;)

Tenshi dijo...

Goodness, es verdad lo que decís, todos tenemos el temor de perder un Ser amado; pero más que el temor de perderlos, lo que quise reflejar es la magia de estar junto al Ser amado.


Love, gracias por la visita y el comment, besos para vos también

Zeithgeist dijo...

AUCH!
puto ¬¬

Goodness dijo...

Sin dudas Tenshi. Lo que sucede es que según como uno lo mire ve reflejado el temor a perder al ser querido o la felicidad de saber que lo tiene. Lo bueno existe gracias a lo malo y viceversa. Puede sonar complicado lo que digo, pero siempre necesitamos 50% y 50%. No existe la luz sin la oscuridad y viceversa, no existe el sonido sin el silencio y viceversa.

Creo que quedó claro.

Pac dijo...

Creo que la mejor forma de darse cuenta cuanto quiere uno a una persona es perderla.

Lastima.