En el pueblo de Humlanma, un joven, queriendo impresionar a una muchacha, intentaba escribir un poema en el cual plasmar los encantos de la joven; pero ante la imposibilidad de encontrar una palabra que rimara con puethgis (río, en su lengua) sin perder la métrica, no podía dar fin a la obra. Entonces, en un acto totalmente innovador, inventó una palabra y así el poema quedó terminado.
El poema no dio frutos con la muchacha, y ésta lo mostró ante sus amigas para mofarse de la incompetencia del autor. Todos los que se cruzaban con la obra se burlaban; hasta que llegó a las manos de un sobrino del emperador, quien era bastante inculto por cierto, y al ver la obra creyó que aquella palabra existía pero que él la desconocía; para disimularlo dijo comprender perfectamente la obra. Así, el poema gano cierta popularidad entre los aristócratas del pueblo, y le pidieron que escribiera más. El joven vio una buena oportunidad, y así tomó por costumbre inventar palabras para completar sus poemas... cierto es que cada vez le importó menos darle algún significado a sus obras; sólo le importaba que los adinerados del pueblo tengan una obra incomprensible, con la cual pudieran jactarse de entender lo que el bulgo no entendía... y que pagaran por ella, claro.
En su último poema, de título indescifrable, se pueden apreciar en 28 líneas de letras agrupadas anárquicamente, tan sólo 4 palabras entendibles; que se traducirían como: negro, trigo, perro y comerciante.
Varios años más tarde, los sabios consagraron a este poema; y dicen que en él se encuentran los misterios del amor, se lo define y se muestran sus secretos.
Una tarde, el sabio Gärdhis enseña el poema a su discípulo Dupsmel. Luego de analizarlo, el joven objeta que eso no es posible, que las palabras entendibles nada tienen que ver; que no es posible establecer si el poema habla del amor, de un carpintero o un mercader; y que de hecho ni el propio autor sabe de que tratan sus versos. Al día siguiente, Gärdhis comenzó la búsqueda de un nuevo prosélito.
El poema no dio frutos con la muchacha, y ésta lo mostró ante sus amigas para mofarse de la incompetencia del autor. Todos los que se cruzaban con la obra se burlaban; hasta que llegó a las manos de un sobrino del emperador, quien era bastante inculto por cierto, y al ver la obra creyó que aquella palabra existía pero que él la desconocía; para disimularlo dijo comprender perfectamente la obra. Así, el poema gano cierta popularidad entre los aristócratas del pueblo, y le pidieron que escribiera más. El joven vio una buena oportunidad, y así tomó por costumbre inventar palabras para completar sus poemas... cierto es que cada vez le importó menos darle algún significado a sus obras; sólo le importaba que los adinerados del pueblo tengan una obra incomprensible, con la cual pudieran jactarse de entender lo que el bulgo no entendía... y que pagaran por ella, claro.
En su último poema, de título indescifrable, se pueden apreciar en 28 líneas de letras agrupadas anárquicamente, tan sólo 4 palabras entendibles; que se traducirían como: negro, trigo, perro y comerciante.
Varios años más tarde, los sabios consagraron a este poema; y dicen que en él se encuentran los misterios del amor, se lo define y se muestran sus secretos.
Una tarde, el sabio Gärdhis enseña el poema a su discípulo Dupsmel. Luego de analizarlo, el joven objeta que eso no es posible, que las palabras entendibles nada tienen que ver; que no es posible establecer si el poema habla del amor, de un carpintero o un mercader; y que de hecho ni el propio autor sabe de que tratan sus versos. Al día siguiente, Gärdhis comenzó la búsqueda de un nuevo prosélito.
- Imagen: the place of the dead chairs por josemanchado
1 comentario:
JO-DER!
sublime....
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