viernes, agosto 10, 2007

Me robaron mi adolescencia

Perdí mi adolescencia entre los 18 y los 25 años... pero no sé cuando, ni donde, ni como... y por ende, no sé en que dirección salir a buscarla. Creo que a la adolescencia me la robaron de a poco... creo que es así, a la adolescencia te la roban, pero no de golpe; te la quitan de a cachitos... uno no se despierta un día y dice "bueno, hoy dejé de ser adolescente y ya soy adulto", no, es un proceso lento, que dura años, en el cual uno es víctima de un plan macabro ideado por el pasado y el futuro. O por lo menos así lo siento yo; me siento víctima de una conspiración en mi contra, y creo que a muchos, salvo casos donde ocurran grandes acontecimientos, les debe pasar lo mismo.

Primero te ataca el futuro. Cuando uno es adolescente, todo le chupa un huevo; no te importa tu futuro, ni el futuro del vecino, ni del panadero; todo se resume a sexo, música y actividades que te identifiquen (y que no hagan ni los pendejos ni los viejos, obvio)... si el mundo va a explotar, que explote cuando tenga que hacerlo pero que no moleste mientras siga girando. Entonces ahí, cuando estamos felices viviendo nuestras vidas, nos dan el primer golpe... el futuro te ataca, y hace que te preocupes por algo que "podría pasar"; esa es la primer embestida, algo que no pasó, que no pasará mañana ni la semana que viene, pero que algún día, allá lejos, podría pasar... y nos preocupa, lo que "podría ocurrir" en aquel porvenir nos preocupa... y así nos roban una pizca de nuestra adolescencia, así perdemos el primer cachito y quedamos a merced, vulnerables, para que nos la sigan robando.

Pero además del futuro, que va a seguir atormentando nuestro presente con preocupaciones; está el pasado... que un domingo por la mañana o una tarde lluviosa caerá en nuestra mente, y desenvolviendo un pañuelito de nostalgia nos mostrará algo de nuestra niñez, algo que pasó hace varios años y que nos dejará melancólicos, tirados en una cama o mirando por una ventana hacia aquel día perdido en nuestra memoria. Y así, juntos, el futuro y el pasado se las ingeniarán para ir robándonos nuestra adolescencia... lo peor, es que no tomaremos conciencia, ni nos preocuparemos por ello, hasta que la hayamos perdido del todo.

Si alguien sabe, tiene algún indicio por más mínimo que sea, de dónde puedo buscar o que puedo hacer para recuperarla, se los agradeceré con toda mi alma.