sábado, mayo 12, 2007

so?

Hace un año, todo fue más fácil... porque estabas.

Hace un año, se juntaron mis amigos... tal vez eran muchos, o tal vez eran pocos... pero no importó tanto.

Hace un año, algunas cosas me alegraron... y fueron mucho más mágicas, porque te las podía compartir.

Hace un año, algunas cosas me deprimieron... pero no fueron tan pesadas, porque estabas para aliviarlas.

Hace un año, no tenía un blog, y no pensaba en tenerlo... porque si escribía algo, con tu ojos sobraba.

Hace un año, si hubiese tenido un blog, y cumplía dos meses... hubiese escrito algo para festejarlo.

Hace un año, levanté un vaso con cerveza y dije lo mismo... pero no dolió tanto.

Este año, algunas cosas me faltaron... y algunas dolieron un poco... pero hay algo que dolió mucho... y es que ahora sé, que hace un año, tampoco estabas.


Escrito el 12/11/2006



lunes, mayo 07, 2007

Juan Pérez


Como todos los días, se despertó cuando los primeros rayos de sol jugaban a descubrir colores. Se puso sus alpargatas, y fue hasta la cocina; allí ya estaba su abuelo, calentando la pava en una cocina a leña y mirando el horizonte por la ventana. Cuando el agua estuvo a punto, ambos salieron al patio para saborear unos mates. Era domingo, y tenían que hacer el ordeñe temprano porque al mediodía irían a comer un asado a la casa de Pedro, para festejar su cumpleaños.

Al día siguiente todo cambiaría para Juan... al día siguiente las maestras dejarían de tratarlo como "Juan" y pasarían a tratarlo como el "Sr. Pérez"; dejaría de ser el tipo observador e inteligente, y pasaría a ser el campesino bruto que no comprende a Pitágoras; dejaría de ver como viven los animales en la laguna, y pasaría a ver como viven los animales en Gran Hermano; dejaría de ser admirado por su habilidad para la payada, y pasaría a ser el ignorante que no conoce a los Rolling Stones; ya no escucharía que su abuelo es un tipo de fierro, sino un vulgar que anda de alpargatas; para los cumpleaños ya no comería más asados en el campo del agasajado, comería hamburguesas en McDonalds... al día siguiente Juan dejaría de sentirse libre porque no puede ir a donde quisiera, y poco tiempo más tarde alguien le explicaría que la libertad es una condición cívica, que uno pierde la libertad cuando lo encierran en una cárcel, pero que él es muy libre encerrado en un departamento; al día siguiente alguien miraría su vestimenta, y en forma burlona le preguntaría "¿dónde dejaste el caballo?", Juan, desconcertado, agacharía la cabeza, y pensaría para si mismo "en el mismo lugar que la felicidad"... al día siguiente Juan se va a rodear de muchas personas que se creen "mejores" que él... pero el problema no es ese, el problema, es que Juan, poco a poco, va a querer parecerse a esas personas y convertirse en un ser civilizado.